Cómo hubiese sido mi viaje perfecto a París
Fui a París tras años de espera. También, por motivos económicos, y porque él no apareció.
¿Cómo hubiese sido mi viaje?
Me hubiese encantado a solas. Dos, la pareja, enamorados, amados, en París.
Viaje en grupo, pero en nuestro mundo.
Sociabilizar y disfrutar, de día, pero paseos y salidas nocturnas a solas.
Sexo, hacer el amor juntos, en la ciudad más cara del mundo. O lo que decían, porque ya no lo es tanto... En el hotel, en la habitación, quizás con la música de fondo, o simplemente, nuestras voces...
Cultura. Museos, edificios. Un ahorro para pasar una noche en la ópera por excelencia, de gala, en una noche de verano u otoño. Con traje y vestido, como en esas películas, o como vi en la realidad, en el bus, sola, con mi vestido rosa. Y una noche de espectáculo en Moulin Rouge can cán y fiesta.
Nos hubiésemos comprado algo. Ojalá en Tiffany, algunos anillos, como los casados, o quizás, una petición de compromiso pre nupcial. Quizás, incluso, nos hubiésemos podido casar allí, con un acuerdo de separación de bienes (aunque tú tendrías más posesiones más que yo, porque a mí me gustan los hombres con posesiones materiales, no ser de gente que no valora las pertenencias) y en una de las maletas, mi vestido blanco. O el rojo, o el negro. Qué más da, la idea iba a ser Juzgado, McDonalds y tarde de locura transitoria celebrando la fiesta en los parques del Siena...
Y a la vuelta, una promesa cumplida más. Una dulce tristeza por volver a casa, pero un viaje romántico completo.
Pero no fue así para mí. Pero ojalá alguien, si me lees, pueda este sueño romántico cumplir.
Comentarios
Publicar un comentario