Mi propio diario personal (en español)

Sigo siendo perfeccionista. No puedo serlo tanto con mi cuerpo porque aún no he vuelto al gimnasio, pero me gusta tener las cosas ordenadas, limpias, aunque mi perfeccionismo no es ni tan insano, ni tan rechazado ni tan histérico como otras personas han sido o han podido ser, ya que suele ser algo proyectado a corto y largo plazo, y no siempre, al momento. También pienso que dependiendo la situación, se es más o menos perfeccionista. De cara a una operación estética, quirúrgica, algún tratamiento, etc se es muy escrupuloso, cuando algo también depende de vida o muerte, ok, pero hay veces donde nos riñen en situaciones donde no es tan grande el fallo, y en otras, ni se recrimina a quién ni te siquiera trata bien, y que no cuidan ni lo que quieren. Me gusta estar bien conmigo misma, y hacer las cosas bien, perfeccionar según qué poco a poco, y según qué otra situación, quizás, dejar aparte si no es lo que espero. Por ejemplo, cuando cocino para mí misma no soy muy escrupulosa, es decir,

Entre el que me llamaba gorda cuando no lo estaba, y sólo quería que literalmente le besara el culo sin él devolverlo, el que me llamaba gorda pesando 49 kilos, el que se pensaba que me gustaba mi madre confundiéndose de fecha de cumpleaños de Miguel, el que sólo calentaba y quría pretenddr decir que era yo quién iba detrás, el dd los 5 años de relación tóxica, el que iba colocado todo el día de alcohol y tabaco (por lo menos) y el que no me llamaba cuando tocaba, o los racistas que no soportan la gente blanca, los makos tratos del Ayuntamiento, de las entrevistadoras laborales, de la Uib, de la Uned, de Ifas, de Estudi 6, de Projecte Home Balear, de la familia, de los que ni pagaban en pruebas de trabajo o robaban de mi sueldo, de los Juzgados dejándome anteceddntes penales por una mentira mientras eliminan el dd verdaderos maltratadores, los del Imas rebajando por belleza o peso, las trabajadoras sociales de Dependencia ... 

Tras tantas bromas, insultos, mareos, daño, está claro que madre sola no quiero. Odio cómo me empezaron a forzar, rebajar, obligar, despreciar, discriminar por ser o no madre, y eso que con Lolo ya tengo lío. A los 20, me lo planteé a largo plazo, pero me vi divorciada y tras un més, se terminó. A los 29, mi príncipe azul apareció y hubo ganas de ser madre con él, pero nunca pasó nada y nos separaron, y alguna se adelantó. Y luego, con medicamentos, era imposible quedarme embarazada, y ni se me hubiese ocurrido traer al mundo a nadie. No me gusta la inseminación artificial sin saber quién es, y estoy cansada de que me atribuyan la maternidad forzada de un personaje o alguien que ni me parece adecuada, cuando miles de mujeres lo están haciendo en el mundo. La guerra de sexos es horrible, ver cómo tanto falsa y aburrida persona estropea, calumnia, destroza y se pudre, claro, pero mientras, sólo hace daño, y antepone la maternidad y no saborea el placer, es no. Así