F.M.R.L.
Lo conocí en 2008. Cambio de trabajo, nueva oficina, buena gente la mayoría y nuevos aires. Soltera sin compromiso, nuevas metas, cambios positivos. Sólo fue una noche, una más quizás, y lo mismo, departamento diferente de trabajo, nunca un jefe. Una fiesta, muchas risas, mucha gente pasándolo bien, excesos todos por igual aunque algunos más, bailes, discotecas, y una declaración. Mutualidad, y vuelta a casa. Aires navideños, felicidad en el aire, música, anécdotas.. Besos, sueños, planes...Ya escribí tanto sobre todo lo que sentí esa noche y después, esperanza y pensamientos sobre una nueva relación, sólo que... Al final él decidió que esos planes, citas, encuentros con alguien del mismo lugar de trabajo (respetable, yo siempre he tenido esta idea en mis trabajos, excepto con J.A. y él) no era lo adecuado. Y, aunque sufriese y me doliese, tuve una esperanza de que, en algún momento, aunque hubiese algunas muchas más posteriores, hubiese algunas vez, esas citas en esa casa