Restaurantes

Ir a comer siempre es un placer, y a cenar también. A mí me gusta mucho, pero no ir con cualquiera, ni con según qué grupos, ni obligada. Y a desayunar, creo que sólo he desayunado fuera una vez.

De pequeña, era algo que cada semana hacíamos familiarmente. A veces, hasta obligadamente, pero al menos era algo que pude disfrutar con mis abuelos. De adolescente, puntualmente, y no siempre comida sana. De mayor, incluso sola, en algunos trabajos que he tenido, comiendo según quería, y en alguna ocasión sola, y no sólo de viaje, con una paz y tranquilidad que no siempre a la hora de comer o cenar se logra.



Adoro todo tipo de restaurantes, ya que he ido a restaurantes de tipo mallorquín e italiano, así como chino, japonés, mexicano y francés. También me gusta ir a comer kebabs, falafels, pizzas y hamburguesas, y no por ello, eres más insano o insana en mi caso, que comiendo costillas de cerdo con salsa de pimientos como hacen algunos. Y me falta por descubrir la parrillada argentina, y alguna comida africana, pero con calma y tiempo, que tampoco no como tanto como otros y mejor que en las maratones de comida sean invitados otros, ya que tampoco gasto tanto y pienso que en mi caso, la vida no es sólo comer, ya que a veces ir a un restaurante es muy caro y hay que adaptarse al supermercado...

Y mis veladas favoritas, en pareja amorosa, pero de eso, ya ni me acuerdo cuando fue la última vez que comí con un hombre a gusto sin que me hiciese sentir gorda.

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